A veces siento que la vida me golpea tan fuerte que las ganas de pintar desaparecen, hoy me doy cuenta que a lo mejor no es que desaparezcan sino que el deseo de escupir la realidad es mayor. Porque de una mente cansada nada lindo puede salir a través del pincel, es ahí donde tengo que encontrar el equilibrio, el mio, el que solo yo soy capaz de darme para seguir adelante.
Y en esa búsqueda aprendí a no esperar nada de nadie y disfrutar de lo que recibo, lo que todavía no aprendí es a no sufrir cuando me sacan lo que me hace feliz o lo que amo pero supongo que es una de esas cosas con las cuales solo se puede aprender a lidiar...inventando momentos de felicidad.
No se cuantas partes mas de mi vida voy a perder, en el camino que me lleva a no se donde, pero igual voy, como puedo y al paso que quiero pero voy. Hoy me siento como un resorte: me estoy quedando vacía por dentro pero no importa cuantas veces me aplasten siempre vuelvo a subir y voy para adelante, es mi mejor herencia.
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